«Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe; pero jamás el que abandona el combate.» Thomas Carlyle (filósofo inglés)
Seguro que muchas de las que estáis leyendo esto creéis que es una locura ponerse o tan si quiera plantearse hacer dieta en verano. Yo también siempre he sido de la misma opinión para qué engañaros… pero hoy me atrevo a decir que los meses más productivos durante mi larga lucha contra el sobre peso fueron los meses de verano tanto del 2014 como 2015. ¿Por qué?
Pues porque tenía tan puesto el foco en mi objetivo, tenía tan claras cuáles eran mis prioridades en esos momentos que me daba igual tener que renunciar a los deliciosos helados que veía constantemente a mi alrededor, las estupendas ensaladillas rusas de los eventos familiares, las comilonas y paellas de los domingos, los mojitos y copas nocturnas de las increíbles noches de verana etc. Etc. Escrito así parece que me pasé esos dos veranos metida en una jaula comiendo lechuga y pollo… y os prometo que no fue así.
¿Porque fueron los mejores y más productivos? porque aproveché el buen tiempo para nadar y hacer más deporte, disfrutaba de mis frutas favoritas (bueno eso el segundo verano porque el primero ni una triste cereza que es mi fruta favorita comí) tuve mucha vida social y me auto reafirmaba en que iba a lograr mi objetivo cada vez que cumplía mis propósitos sin saltarme la dieta. Porque el verano y sus ropas tan fresquitas reflejaban aquello que yo no quería tener y en vez de rendirme luche con más ganas por acabar con esos complejos que siempre salían a flote y más en verano.
¿Cómo lo hice? Pues adaptando las circunstancias a mis necesidades personales. Ejemplos claros:
1: Comidas y cenas familiares:
- En restaurante: Siempre hay miles de cosas que se pueden comer y el que no salga de casa por estar a dieta MUY MAL! Cualquier menú del día ofrece ensaladas varias carnes y pescados; ¿y sino para eso están las cartas con sus magníficas variedades… el pan? (no lo necesito) y el postre? ¡Qué tal una infusión con hielo y la satisfacción de decir…no me interesa yo sí puedo
- En casa: si es en la propia… puedo ofrecer a mis comensales las delicias que me apetezcan y ser sorprendidos con la cantidad de platos sanos y variados que yo suelo comer, sin que parezca que les pongo y exijo estar a dieta como yo. ¿Un pisto de verduras con un buen pollo al horno…? Una lasaña de calabacines con carne picada. Existen mil delicias culinarias para disfrutar a diario, sanas, sabrosas y que no nos impidan seguir con nuestro plan trazado para perder peso.
- Si es en casa ajena, ¿lo primero que se debería de hacer es no quedarme con él “es que como no voy a comer lo que cocine mi suegra, madre, tía abuela?? ¡Que feo le voy a hacer! si se va a casa de un familiar o persona a la que se tiene aprecio y cariño lo primero que se debería de hacer es llamarle días previos y explicarle cuáles son tus circunstancias: “mira estoy súper contenta con mi cambio de hábitos, no sé si sabías que estoy a dieta y como hay cosas que aún no puedo comer me podrías decir que vas a cocinar ese día para ver si se ajusta a mis necesidades? Sino no te preocupes que yo me llevo lo necesario para mí y ¡tan a gusto! La mayoría de las veces las personas que de verdad te quien entenderán perfectamente esta situación e incluso te propondrán ellas mismas hacerte para ti algo diferente: pero… ¿qué hay de malo en que lleves tu una hamburguesa de pollo, o un bote de espárragos, una barrita sustitutiva si te apetece, un tupper de tu casa con un puré muy rico de verduras que te sobró de ayer… ¿Qué es más importante, para Ti? ¿TÙ Y LOGRAR TUS OBJETIVOS? o complacer al resto de personas sacrificándote y tirando por la borda parte del camino recorrido, comiendo algo solo por obligación y el “miedo al qué dirán”.
Yo lo tengo muy claro: ¡para poder querer a la gente que más quiero en este mundo he de empezar por quererme yo primero, y comer un helado o un postre delicioso hecho con mucho amor por mi suegra no va a ayudarme más que a conseguir un placer efímero y a que después de saltarme la dieta me sienta culpable y derrotada!
Siempre nos queda el: “venga yo pruebo una cucharadita para ver lo bueno que te quedo… pero cuando consiga mi objetivo me haces una para mi otra vez y lo celebramos vale? … Creedme ¡no hay mayor satisfacción que el trabajo bien hecho, que saber que pones todo de tu parte para conseguir tus objetivos…
Otro tema es cuando se trata de verdaderos compromisos ineludibles: reuniones de trabajo, comidas con desconocidos… se come todo aquello que tú coach te ha advertido y que tú ya sabes que es lo que más te favorece y luego se trata de compensar en los días siguientes sin ningún tipo de arrepentimiento etc. Es el caso típico de una boda: ¿Qué vas y no comes?? ¡Pues claro que comes! Y de todo con moderación que mañana se compensa con un plan dietético un poco más estricto y más deporte. ¡Pero mientras tanto a disfrutar!!
2. Viajes: ¡también se puede viajar estando a dieta! ¡Yo no me pase un año y medio en mi casa encerrada haciendo ejercicio y dieta! Hice varios viajes, pero los más destacados fueron 10 días a Tenerife en el que opté por una aparta hotel y 7 días en Galicia con familiares y en un piso de alquiler. ¿Me salte la dieta alguno de eso días? Puede ¿En qué? ¿En tomarme un vino Albariño en pleno Galicia junto con un poco de rebozado en los calamares? ¿En tomarme un mojito en la maravillosa playa de las Teresitas de Santa Cruz de Tenerife? ¡Pues eso es todo! ¿Y creéis que después de 3 horas nadando, paseando etc. no compensa un privilegio? ¡Claro que sí! ¡Somos humanos! Pero hay que razonar y priorizar…. Que voy a disfrutar más: de comer en una pizzería pagando un precio de guiri,una pizza que me va a engordar mogollón o me tomo el mojito y luego me paso por el mercado y cenamos en la terracita con vistas al mar una ensalada completa con embutido… O me voy a un restaurante recomendado de la ciudad, pago algo mas pero disfruto de la gastronomía local y tendré mas variedad de elección.
Me tomo ese delicioso helado artesanal que solo voy a comer aquí o me ceno una hamburguesa de cualquier franquicia que hay por todo el mundo que me he comido ya miles…
¡Si la clave del éxito solo está en nuestra MENTE!! La manera de hacer dieta en cualquier época del año y no morir en el intento está en cambiar nuestra forma de pensar y de afrontar los cambios de hábitos que debemos introducir en nuestras vidas de forma permanente, porque de nada sirve hacer dieta o incluso hacer verdaderos sacrificios incluso poniendo en riesgo nuestra salud con las famosas “dietas milagro” si al alcanzar nuestro peso volvemos a cometer otra vez los mismos errores.
Este post se lo quiero agradecer a todas/os y luchadoras clientas y coachees, tanto las que están siguiendo con sus planes de acción ahora en verano (¡vamos ahí campeonas!!), como a las que sé que han sucumbido a los encantos y tentaciones veraniegas… jajá
¡Ya lo dijo el gran ingeniero y empresario Henry Ford “El fracaso es la oportunidad de empezar otra vez, con más inteligencia”, así que espero volver a veros pronto, cuando os volváis a sentir preparadas/os !! ¡Nunca os rindáis a la hora de luchar por conseguir vuestros sueños!
Feliz verano a tod@s
Un saludo de la GORDITA CON GAFAS
Si queréis más información sobre mi método de trabajo como COACH NUTRICIONAL NO DUDES EN PONERTE EN CONTACTO CONMIGO viragronomo@hotmail.com o en el 669278814