Y TU…¿PROCRASTINAS?

Procrastinar ¿y esto que es?

“La procrastinación es el ladrón del tiempo” –Chrisoula Andreou

Esta palabreja lleva muy poco tiempo presente en mi vida si soy sincera;  “vamos que no tenía ni idea de lo que significaba ni de que existía” sin embargo la practicaba y practico constantemente.

Según la definicion de la RAE: Del lat. procrastināre.

  1. tr.Diferir, aplazar.

Es decir que, procrastinar significa aplazar cosas que tienes que hacer, a sabiendas de que son importantes y de que no hacerlas va a resultar perjudicial para ti

Ahora que ya sabéis lo que es, ¿os dais cuenta de que nos pasamos la vida PROCASTINANDO siendo “inconscientes” en la mayoría de los casos…?

Procrastinamos en casa: puf que de ropa sin planchar … mejor voy a ver la televisión

Procrastinamos en el trabajo: puf tengo que llamar a ese cliente o hacer ese proyecto urgentemente… pero mejor voy a contestar los emails que me es más cómodo.

Procrastinamos en las relaciones sociales: puf tengo que llamar a esta amiga que tengo ganas de saber de ella …pero me voy a ver el Facebook antes un rato y espero a después de cenar (sabes que acabarás no llamando).

Procrastinamos con los hábitos alimenticios y nuestra salud: puf debo perder peso…pero ya si eso empiezo el lunes y acabo con esta comida que tengo en la nevera; puf debería cenar verduras… pero voy a llamar a una pizzería que no me apetece cocinar

Procrastinamos con el ocio: puf tengo ganas de bailar ir al cine… pero puf casi que veo una peli en el sofá ahora mismo.

Y así podría estar líneas y líneas llenas de propuestas no cumplidas que seguro que todos hemos hecho miles de veces.

Pero lo peor de todo es cuando procrastinamos con nuestros sueños y metas vitales. Cuando posponemos acabar con esas relaciones toxicas, con esos malos habitos, con conseguir un mejor trabajo, una mejor autoestima etc etc.

¿Y porque no hacemos lo que realmente queremos y cambiamos esa acción necesaria por otra más cómoda o fácil? Pues básicamente por 3 razones:

  1. Preferimos las recompensas inmediatas: procrastinando, a priori,no sentimos consecuencias negativas inmediatas (aunque vamos a pagar por ello más tarde).  Es mejor comerse ahora ese pastel de chocolate y ya luego cuando me sienta mal            con mi físico cuidare mi dieta.
  1. Nos sobrestimamos a nosotros mismos con nuestra propia productividad futura.  Realmente llegamos a creernos que haciéndolo mañana o a saber cuándo…, lo vamos a hacer mejor  jajaja cuando realmente nos pasa todo lo contrario: aumenta nuestra presión y ansiedad y conseguimos sentirnos más culpables,
  2. Tenemos miedo. Para mi esta suele ser ésta la razón más poderosa y habitual.El miedo al fracaso, el miedo a afrontar nuevos retos … este MIEDO nos paraliza y nos hace procrastinar una tarea o actividad importante, haciendo en su lugar algo que nos resulta mas sencillo, fácil o cómodo.

Siempre es más fácil quedarse en la “zona de confort” que aceptar que hay que                cambiar ciertos hábitos para conseguir los objetivos deseados. Y cuando se empieza a procrastinar con una cosa ya es como un efecto dominó se sigue procrastinando en todas ¡ “mejor dejo para mañana lo que puedo hacer hoy”!. Pero el problema no desaparece, mañana va a seguir ahí y posiblemente se haga más grande y más difícil de realizar, lo cual nos creará ansiedad, angustia …y acabaremos haciendo otra cosa y generando miles de excusas para evitar ese mal estar …en fin que ¡otra vez a procrastinar! Y así sucesivamente…  Cuando vuelves a recordar esa tarea pendiente que procrastinaste en un inicio, te genera culpa o remordimiento y vuelves al punto de partida.

¿Y qué se puede hacer para evitar esta angustia de procrastinar una y otra vez?

Pues aquí os dejo unos consejos extraidos de varios artículos y diferentes blogs cuyos enlaces citaré al final del post para quien quiera más información:

  1. Ponte plazos y divide el trabajo en tareas pequeñas y concretas. Un proyecto grande y complejo puede resultar abrumador. Al dividirlo en pequeñas tareas consigues ver claro el camino y la resistencia a enfrentarte a él disminuye.

       Una técnica bastante practica es hacer una tabla tipo calendario de tareas y cada              vez que se realizan marcarlas con una X.

  1. Guárdate recompensas para cuando hayas realizado tus tareas: Motívate pensando en lo que harás después de hacerla, algo que realmente te apetezca, te relaje y no suponga ningún esfuerzo. Define tus propios incentivos.
  2. ¡Bendito refranero español! Piensa en refranes, te harán sentirte menos culpable (pero no seas tan irritante de decirlos en voz alta). No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy / Más vale al paso andar que correr y tropezar / A juventud ociosa, vejez trabajosa / El buen cirujano opera temprano/.La lista es larga, casi interminable. Si tú solo no puedes ayúdate de cientos de años de sabiduría popular, no eres el primero en procrastinar.
  3. Asigna a cada tarea una prioridad: utiliza palabras como urgente, máxima prioridad, importante… dales un valor y ordena tus tareas según la jerarquía de prioridades, las más importantes se realizan primero obviamente.
  4. Evita las distracciones. ¡DI ADIOS AL MOVIL! Cuantas más tentaciones tengas para hacer otra cosa en vez de lo que tienes que hacer, más fácil será procrastinar
  5. Gestiona tu energía no tu tiempo: Es importante que trabajes en tus mejores momentos. Si estás agotado o de mal humor, tus probabilidades de procrastinar aumentan considerablemente. Para tener una mejor actitud,descansa lo suficiente, controla tu nutrición y haz ejercicio.

Está claro que esto de dejar de procrastinar no es fácil, pero con práctica y creacion de nuevos hábitos todo se puede.

“Aplazar una cosa fácil hace que sea difícil. Aplazar una cosa difícil la hace imposible.” ~ George Claude Lorime

Un saludo de LA GORDITA COB GAFAS

NOTA: Paginas consultadas:

Anuncio publicitario

¿REALMENTE CREES QUE NO TIENES FUERZA DE VOLUNTAD?

Hoy quiero tratar una de las excusas más comunes que se utilizan ante cualquier proceso de cambio ya os imagináis cual es..La mayoría de las personas cuando se proponen nuevos retos, sobre todo los relacionados con la salud como es el adelgazar, hacer más deporte, dejar de fumar… solemos recurrir a la “FALTA DE FUERZA DE VOLUNTAD” para ni siquiera comenzar a conseguir nuestros objetivos, o abandonarlos ante la primera tentación, recaída o simplemente falta de motivación.

Como bien sabéis, yo me pase 34 años encerrada en un cuerpo que no quería, saboteándome y resguardándome bajo el paraguas de las mil excusas: “yo voy a ser gorda siempre… “, “soy de hueso ancho…” “no merece ya la pena intentarlo… “ahora me viene mal porque estoy muy estresada…”,” total ya fracasé con mil dietas…”,” mejor empiezo después de vacaciones…” etc. etc.  Al final todo se resumía en   mi gran creencia limitante: ¡NO TENGO FUERZA DE VOLUNTAD! Por lo tanto ¡NUNCA VOY A CONSEGUIR ADELGAZAR NI MANTENER UNOS HÁBITOS SALUDABLES!

Esta creencia de no poder cambiar aquello que no me gustaba en mi vida, me acompañó siempre, y a día de hoy sigue siendo una de las excusas que más escucho en mis clientes en mi consulta o en personas que me conocen y les gustaría perder peso, pero se excusan bajo ese mismo paraguas. La gracia de todo esto es que la mayoría de las personas que han vivido mi transformación de pérdida de peso, me alaban diciéndome: “es que tú tienes mucha fuerza de voluntad” y yo siempre respondo: ¡qué va! ¡yo nunca la he tenido!

Yo no tengo nada de especial, lo digo siempre, es más me considero bastante perezosa y con tendencia a la autocompasión y al autoconvencimiento de que lo que yo creo son verdades absolutas. Tanto es así que lleguÉ a creer que nunca me compraría un pantalón de la talla 38, que nunca correría una carrera, que nunca pediría una ensalada en un restaurante…. Tenía tantas creencias limitantes que me impedían ver la cantidad de cosas que ya había conseguido en mi vida a través de mi fuerza de voluntad, constancia, esfuerzo y sacrifico, y solo porque esas cosas ya conseguidas las quería y NECESITABA CON TODAS MIS FUERZAS.

Porque no hay que tener fuerza de voluntad para estudiar una carrera? Para sacrificar veranos enteros de clases particulares estudiando? Para preparar años oposiciones? Para encontrar trabajo? ¿Para trabajar en cosas que no te gustan? Para ser madre o padre? Para cuidar de algún familiar enfermo? ¿Para asumir una ruptura sentimental? Para perder a un ser querido? Y para miles de cosas en la vida que todos realizamos constantemente, pero de forma inconsciente, sin valorarlo, sin pensar que detrás de ese acto hay una FUERZA motriz que solo habita en nosotros y que consigue que realicemos todas esas cosas sin darles apenas importancia.

Por eso he empezado este escrito con esa pregunta ¿de verdad crees que no tienes fuerza de voluntad? ¡YO CREO QUE TODOS LA TENEMOS!, pero solo la utilizamos para conseguir objetivos que realmente nos resulten enriquecedores y en los que creemos al 100%. O cuando no nos queda más remedio que enfrentarnos a nosotros mismos y vencernos.

Yo no me vi motivada a cambiar mis hábitos alimenticios hasta que descubrí y analicé las consecuencias y la situación tan extrema en la que me encontraba.  Yo no quería pasar por un quirófano, yo no quería seguir sufriendo por falta de autoestima, yo no quería seguir comprando ropa que no me gustaba, yo ya no me quería conformar con ser solo UNA GORDITA CON GAFAS.

Si quieres cambiar algo en tu vida:

  1. FIJATE UN OBJETIVO: que sea realista y medible y cuanto más específico sea, mejor. Por ejemplo: quiero perder peso para poder sentirme más ágil, más saludable y tener mayor autoestima…para el próximo verano sentirme super orgullosa.
  2. ESCRÍBELO: pon tu objetivo específico por escrito. Las investigaciones muestran que escribir un objetivo forma parte del proceso mental de comprometerse a cumplirlo. Escribe tu objetivo para no perderlo de vista y para recordarte a ti mismo lo mucho que deseas alcanzarlo.
  3. TRAZA UN PLAN DE ACCIÓN: busca que acciones necesitas para lograr ese objetivo y fragméntalo en pequeñas metas para lograrlo.
  4. ANALIZA, EVALÚA Y APRENDE DE TUS PROGRESOS: no todo siempre es perfecto y tal y como dice el proverbio chino “si te caes 5 veces te levantas 6” de los errores también se aprende.
  5. SIEMPRE CREE EN TI, Y EN TU CAPACIDAD PARA CONSEGUIR LO QUE TE PROPONGAS, porque “Solo una cosa vuelve un sueño imposible. El miedo al fracaso”. Paulo Coelho

Y si crees que tu solo no te ves capaz, ponte en manos de profesionales como por ejemplo una “gordita con gafas” coach nutricional.  Porque ¡si yo puede, tú también puedes!…Todo lo que siempre quisiste lograr se encuentra al otro lado del miedo y si necesitas ayuda ¡DÉJATE AYUDAR!

Ya sabeis donde podeis contactar conmigo: