EL SUCIO NEGOCIO DE LA OBESIDAD

Es bien de sobra conocido por todos que la obesidad es una de las patologías con más desarrollo en los últimos años. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS):

  • Desde 1980 la obesidad  ha más que doblado su prevalencia en todo el mundo.
  • En 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos.
  • En 2014, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas.
  • La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal (desnutrición, hambruna)

Anteriormente se asociaba la obesidad a los países desarrollados tipo Estados Unidos y Europa con sus comidas basura y sus ritmos de vida frenéticos, pero en la actualidad,  La zona del Pacífico concentra la mayor proporción de personas con sobrepeso y obesidad en todo el mundo, según los datos correspondientes a 2014 que proporciona la Organización Mundial de la Salud (OMS). Países como las Islas Cook, Nauru, Palaos, Niue, Tonga y Samoa encabezan los rankings mundiales del índice de masa corporal, sobrepeso y obesidad por habitante. Se trata, en su mayor parte, de islas pobladas por unos pocos miles de habitantes, entre los que predominan etnias polinesias.

Por lo tanto, ya no se trata solo de un problema de “ricos” o “pobres” estereotipos que tenemos establecidos, esto cada vez va mas allá,  de los malos hábitos que la sociedad del siglo XXI estamos adquiriendo y también por supuesto, la crisis económica que estamos padeciendo que hace que la mala alimentación de las familias sea “el pan nuestro de cada dia”.

Según un estudio de la UE España, es el segundo país de Europa con más obesos.  Representamos a un 25% de nuestra población,  por lo que nos hemos convertido en el “caramelito jugoso” y  “la presa fácil”… para todos esos falsos “gurúes” de la nutrición que nos prometen resultados milagrosos a “precios desorbitados” en la mayoría de los casos.

Como bien sabéis los que me seguís soy una persona muy activa en las redes Sociales, especialmente Facebook, y en los últimos meses a diario veo publicidades que ¡ me hierven la sangre!  Si así es;  solo hay que abrir dicha red social y de cada 4 anuncios publicitarios 3 son de “como perder 10-20- 30 kg en 20 días” solo debes dar ok y un/a «SUPER EXPERTO/A EN NUTRICION» tratará de venderte un producto o programa de X días milagroso, hacer unos ejercicios estupendos, comprar un libro que te va a resolver la vida…. O contratar a un “falso coach, entrenador, asesor…” que no distingue un hidrato de carbono de una proteína. aggg!!

Llevo meses haciéndome pasar por posible cliente de estos timadores y es increíble con la facilidad que te prometen pérdidas de peso de 7-10 kg en 20- 30 días… eso sí…a un «precio especial» por ser tú. siempre más rebajado de lo habitual y por un tiempo limitado. Luego cuando les haces tres simples preguntas básicas de nutrición te saltan con un :  “eso es lo de menos… lo importante es que va a cambiar TU VIDA!”

Yo respeto que la gente se gane la vida como quiera y bien pueda, pero que no juegue ni con la salud ni con las ilusiones de la gente. Yo que he odiado mi cuerpo durante muchos años, entiendo porque la gente cae en estas “trampas” a pesar de que en el fondo sabes que te están timando… llegas a un punto de desesperación, en el que estás dispuesto a pagar CUALQUIER PRECIO, y no solo económico, por adelgazar. Estás dispuesto a renunciar a la VIDA SOCIAL, a comer a base de pastillas y sobres “como un astronauta” a vivir condicionado por todo…. El precio económico puede llegar a ser muy alto, de ahí que cada vez más empresas y comerciales se dediquen a este sector…PERO el precio emocional que se paga creedme que es mucho mayor.

¿Sabéis la cantidad de gente que estos días de calor infernal, no habrán salido de sus casas por no ponerse ropa que muestre parte de sus brazos o piernas? ¿cuánta gente renuncia a ir a la piscina o la playa porque no es capaz de mostrar su cuerpo en público por el inmenso rechazo que le provoca?… sé bien de lo que hablo, porque yo he vivido en esa jaula… solo soy una más de esas gorditas con gafas “presas perfectas» de estos “fraudulentos negocios”  que prometen milagros cuando…ya todos sabemos la verdad.

Solo si quieres cambiar debes de ACTUAR, la acción es lo único que conseguirá que tu cuerpo y mente cambien. Salir de esa inconfortable zona de confort es muy difícil pero no imposible, solo que hay que dar un paso tras otro.  Se trata de aprender a comer, a relacionarse con la comida sin que ésta sea «tu enemiga», a incorporar hábitos de vida saludable como el deporte solo por el placer de desconectar…

 

Cambiar de hábitos no es fácil, para muchos (como yo misma) se convertirá en una batalla diaria, una superación personal que nunca acaba, siempre tratando de mejorar… aprendiendo de los fallos y celebrando los éxitos. Pero disfrutando del día a día,  sin pagar el precio de la frustración, de la apatía, de la decepción, de la depresión e incluso de un trastorno alimentario.

 

Y tú… ¿qué precio estás dispuesto a pagar? ¿sigues creyendo en los cuentos de hadas? ¡O quieres cambiar de verdad!!!

UN SALUDO DE LA GORDITA CON GAFAS

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