Cuanto tiempo sin escribir en este “diario” de UNA GORDITA CON GAFAS que tantas veces me ha servido como “bálsamo cura cicatrices”.
Últimamente la vida me arrastra con sus corrientes: trabajo, agenda, deporte, cursos, más cursos… Pues SI, sigo refugiándome en estudiar, aprender cosas nuevas, ampliar mi zona de conocimiento sobre temas de desarrollo personal, inteligencia emocional, la sexualidad (esto ha sido la última incorporación), PNL etc. Todo le viene bien a esta “cuatro ojos “con tal de no parar, con tal de no frenar y dejar a “la montaña rusa emocional “aparcada en la zona de salida y con la lona de plástico cubierta de una buena capa de polvo.
Pues sí esa soy yo… la que después de años ayudando a los demás a vivir en el “aquí y ahora “ha tenido que volver a empezar a pararse y tomar consciencia.
Todo lo que estudio es en primer lugar, para enriquecimiento personal y trato de aplicármelo, y ya luego ponerlo en práctica con mis clientes en mi trabajo. Pero todo previamente lo he practicado yo antes, he realizado la “dosis de autoconocimiento necesaria” para ver a qué tipo de cliente y según qué proceso le puede o no ayudar.
Este 2020 ha sido el año del caos, de los miedos, de las incertidumbres, de las pandemias, de las frustraciones, de las injusticias, de las enfermedades, de los confinamientos y de los presentes “toques de queda”. Mientras lo voy escribiendo siento que me parece increíble que esta sea la realidad, que esto ¡este sucediendo!, pero a la vez… no siento más emoción que la de “es lo que hay” y punto.
Es tiempo de tomar conciencia, de vivir el presente de valorar cada pequeño gran logro, de asumir que la vida es HOY y cumplir con las “normas, nos gustes, nos parezcan injustas o no “.
Ayer una clienta me pidió una sesión especial, precisamente para practicar “el estar presente y no dejarse llevar por la ansiedad”, así que yo repasé muchas de las cosas que durante estos años he aprendido y que a veces, honestamente, no pongo en práctica, porque las olvido o porque ¡yo también procrastino!
Fue una sesión de casi 2 horas, pero muy mágica. Ya durante su preparación (si, los coach trabajamos también antes de las sesiones) llegue a tener más de 10 manuales abiertos a la vez y me venían mil ideas a la cabeza, creo que me hubiera dado para un taller de 10 horas jajá pero como tenía que ser muy específica y eficiente tuve que sintetizar mucho, me costó casi 30 minutos elegir que música le iba a poner durante la “meditación o practica del mindfulness”, pero … di en el clavo (es lo que tiene conocer tanto a mis clientes).
Obviamente la sesión salió tal y como esperaba y desatamos muchos nudos (pero no solo los de ella, reconozco que alguno propio también saltó).
Ella, es una clienta muy especial, de las que siempre recurren a mi ante cualquier “adversidad” .Según sus propias palabras ,muy exageradas por su parte, me considera su “HADA MADRINA” (aunque yo me empeñe en decir que la varita mágica es el coaching y la magia la crea ella).
Yo, que me encanta poner “motes cariñosos“ a mis coachees, a ella le llamo “Girasol” aludiendo a la foto típica que representa la RESILIENCIA: ese girasol que nace en el medio del desierto, donde parecía que no quedaba nada, pero allí estaba su semilla y ante miles de adversidades, fue capaz de aprovechar los escasos recursos y fortalezas para germinar y florecer…así es ella. ¡UNA AUTÉNTICA RESILIENTE ¡
Pues así empieza mi regreso en tiempos de RESILIENCIA
Espero regresar pronto a esta, mi casa, mi diario de desahogos, pues si toca vivir en el “aquí y el ahora” escribir siempre me ayuda a estaré presente.
Un SALUDO DE LA GORDITA CON GAFAS
http://www.coachnutricionalvirginiamartinez.es