No quiero ser hipócrita y no vender lo que no soy… después de mis dos últimos post de COMO HACER DIETA EN VERANO Y NO MORIR EN EL INTENTO Y ¿QUE TIPO DE HAMBRE SIENTES? Me veo obligada a añadir este nuevo post confesando que esta coach nutricional, “gordita con gafas” y comedora emocional ¡ha engordado!.
Seguro que muchos os estaréis diciendo: “consejos vendo que para mí no tengo”.
Después de adelgazar 56 kilos en un largo y duro proceso de aproximadamente un año y medio de duración en el que NUNCA (100% real) me salté mi plan nutricional me di cuenta que vivía por y para mi cuerpo, y no tenía en cuenta mi mente. Llegué a pesar 54 kg (hay que tener en cuenta que partía de 115 kg) pero era muy infeliz en esa minúscula talla. Descubrí que mi peso ideal no era el que marcaban los parámetros médicos como el Índice de Masa corporal y otros muchos que descubrí estudiando nutrición… mi peso ideal es ese en el que yo me miro en el espejo y consigo verme bien, mi mente se siente positiva y motivada a emprender cualquier acción por imposible que parezca que sea. No se trata de un número en una báscula sino de un estado anímico y un cuerpo capaz de mantener con una alimentación y hábitos de vida saludables, no sentir que vivo a dieta perpetua.
Me di cuenta del precio que estaba pagando por seguir y mantenerme en esa talla 36, y lo peor… es que no paraba de adelgazar y querer más! Pasó un tiempo (2 bodas y un buen cocido en Potes, Cantabria) hasta que admití el alto precio que estaba pagando por ese físico de “insecto palo”, con el que había perdido no solo kilos, sino también mi esencia y mi identidad.
Cuando uno pasa por estas fases, se da cuenta de lo importante que es ¡ NO RENUNCIAR A LA FELICIDAD, POR UN CUERPO PERFECTO!! (Que además no creo que exista esa perfección porque es muy subjetivo). No quiero vivir pensando que me voy a pasar la vida a dieta súper estricta… de ahí que después de tanto esfuerzo y sacrificio y de encontrar mi peso ideal (60-65 kg) me haya pasado un poquitito de largo estos últimos meses.
Yo no era feliz ni con 115 ni con 54 kg, hay que realizar un proceso de desarrollo personal( aquí es donde encaja el COACHING) unido al cambio de hábitos nutricionales, para conseguir ese estado físico y mental ideal para cada uno… y creedme, no hay especialista, científico, ni doctor que sepa mejor que uno mismo cuál es ese “peso ideal”.
Durante todo este tiempo nunca he renunciado a la vida social! Es más, a tod@s mis coachees les informo que es fundamental mantener las relaciones sociales, salir de tapas por esta maravillosa ciudad, eso sí, con condiciones: evitar el alcohol (cortos con muuuucho gas para todos), tomar solo tapas de verduras y proteínas, como nuestra fabulosa cecina y todo lo que se haga en “exceso” ¡se baila! ese mismo día.
Cuando uno empieza un plan de adelgazamiento es muy importante que tu entorno sea favorable, que tus amigos y familiares conozcan tus circunstancias para que te apoyen y no te inciten al famoso: ¿no comes el pan? ¿ no te tomas una copa? ¿no pruebas la tarta , es casera: no engorda! Etc. etc. Es duro dar explicaciones y más en mi caso que llevo años justificando e inventando excusas tanto cuando tenía obesidad y ahora tengo que justificarme cada poco cada vez que como algo más de la cuenta. Porque siempre va a haber alguien que con «todo el cariño del mundo» te va a decir: ¿ tu puedes comer eso? has engordado? jaja
¡Basta ya de excusas! ¡Se está acabando el verano las fiestas del pueblo, el chiringuito de la playa, las terrazas, las paellas multitudinarias… ¡DRISFRUTA!, pero ¡COMPENSA TUS EXCESOS! ¡Esa es la clave del éxito!
Os dejo que me tengo que ir a preparar mis verduritas antes de salir a correr para quemar la paella del Domingo!
Un saludo LA GORDITA CON GAFAS
Ya os he informado de mi nueva web donde teneís más información de cómo es mi trabajo y de cómo os puedo ayudar a conseguir ese objetivo de «peso ideal» ..porque ¡si yo pude todo el mundo puede!
info@coachnutricionalvirginiamartinez.es
o mándame un mensaje a través de este formulario